Hechos clave sobre la Esclerosis Múltiple



Alrededor de 1 millón de personas en los Estados Unidos viven con esclerosis múltiple, sin embargo, esta compleja enfermedad no es ampliamente comprendida.

¿Qué es la Esclerosis Múltiple?

La mayoría de las fibras nerviosas del cuerpo están cubiertas con una capa protectora llamada vaina de mielina. Esta capa aísla las fibras nerviosas, permitiendo que las señales se muevan con rapidez y precisión a lo largo de ellas. En la esclerosis múltiple (EM), partes de la vaina de mielina y los nervios que se encuentran debajo en el cerebro, médula espinal y nervios ópticos se dañan o destruyen. Esto evita que los nervios puedan realizar la señalización correctamente.

Si bien se desconoce la causa de la EM, puede ser provocada por una reacción autoinmune donde el sistema inmunológico del cuerpo ataca sus propios tejidos. Esta reacción autoinmune produce inflamación, que daña la vaina de mielina y los nervios subyacentes.

Las mujeres tienen de dos a tres veces más probabilidades que los hombres de ser diagnosticadas con la esclerosis múltiple, y la genética también puede desempeñar un rol en su desarrollo. Algunas investigaciones indican que la exposición perinatal a pesticidas puede aumentar el riesgo de una persona de desarrollar la EM. Los factores del estilo de vida, incluidos los niveles disminuidos de vitamina D, el tabaquismo y la obesidad, también pueden aumentar el riesgo.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de la EM varían ampliamente, dependiendo de qué nervios hayan sido afectados por la enfermedad. Algunos de los síntomas más frecuentes son hormigueo y/o adormecimiento, fatiga, debilidad muscular, visión borrosa y/o doble, falta de coordinación, problemas de equilibrio, pérdida de memoria, urgencia urinaria, dificultad para concentrarse y depresión. Los síntomas menos frecuentes que pueden ocurrir con la EM avanzada incluyen temblores, ceguera y parálisis.

Muchas personas con EM alternarán entre períodos en los que son sintomáticos (recurrencias), seguidos de períodos sin síntomas (remisiones). Otros experimentarán un empeoramiento gradual de los síntomas con el tiempo. Las remisiones pueden durar años y los síntomas a veces desaparecen por completo.

¿Cuáles son las formas de EM?

Es imposible predecir cómo progresará la EM en una persona, pero por lo general ocurre de una de cuatro formas. En base al curso que sigue la enfermedad, la EM puede agruparse en uno de los siguientes tipos:

  • Síndrome clínico aislado (SCA), cuando una persona tiene su primer episodio de síntomas que sugieren el inicio de la esclerosis múltiple
  • Esclerosis múltiple remitente-recurrente (EMRR), cuando una persona alterna entre la remisión y la recurrencia sin que la enfermedad empeore entre las recurrencias
  • Esclerosis múltiple secundaria progresiva (EMSP), un curso más progresivo de la enfermedad, que algunas veces sigue a la EM remitente-recurrente
  • Esclerosis múltiple primaria progresiva (EMPP), donde la enfermedad progresa lentamente pero continuamente sin muchas (o ninguna) recurrencia o remisión

Aunque la EM es una enfermedad compleja que afecta a cada paciente de una forma un poco diferente, diagnosticar el tipo de EM puede ayudar a determinar el mejor plan de tratamiento.

Otros problemas de salud en mujeres con EM

Desafortunadamente, las personas con EM no están exentas de otros problemas de salud. La aparición de dos o más enfermedades crónicas al mismo tiempo se denomina comorbilidad. Una revisión sistemática llevada a cabo por el International Advisory Committee on Clinical Trials in MS determinó que las cinco comorbilidades más frecuentes en personas con EM eran depresión, ansiedad, hipertensión arterial, nivel de colesterol elevado y enfermedad pulmonar crónica.

Otras investigaciones respaldan estos hallazgos, lo que sugiere que los problemas vasculares como la hipertensión arterial y las enfermedades cardíacas y los trastornos del estado de ánimo como la depresión y la ansiedad a menudo ocurren junto con la esclerosis múltiple. La obesidad es otra comorbilidad que a menudo afecta a las pacientes, a veces exacerbando los síntomas de la enfermedad.

Además de las comorbilidades, existen otros problemas de salud específicos de las mujeres con esclerosis múltiple. Muchas mujeres reportan que los síntomas de la EM parecen empeorar cuando tienen su período menstrual y que el inicio de la menopausia también puede intensificar sus síntomas.

Opciones de tratamiento y cuidados

Como ocurre con muchas otras enfermedades, la detección temprana es clave para el tratamiento de la EM. Los síntomas que tienden a aparecer primero son hormigueo, adormecimiento, ardor y picazón; la debilidad o pérdida de destreza en una pierna o mano es otro signo temprano, al igual que la visión borrosa. Las mujeres que experimenten algún síntoma que sospechen que podría ser un signo de EM deben hablar con un proveedor de atención médica.

Debido a que la esclerosis múltiple puede ser difícil de identificar, quizás podría ser necesario consultar a más de un médico antes de realizar el diagnóstico. Diversos especialistas pueden utilizar distintos métodos de diagnóstico, incluyendo una resonancia magnética del cerebro, de la médula espinal cervical y torácica; pruebas de potenciales evocados visuales, la punción lumbar; un análisis de sangre; y una tomografía de coherencia óptica.

Una vez que se diagnostica la esclerosis múltiple, el tratamiento por lo general suele incluir medicamentos diseñados para combatir la inflamación. Cuanto antes una mujer pueda empezar el tratamiento para la EM, mayor será la posibilidad de que pueda reducir el impacto sobre la vaina de mielina y nervios.

Debido a que los síntomas de la EM son muy variados y se manifiestan en distintos patrones, el seguimiento y control de estos síntomas son clave para una vida exitosa con la EM. Independientemente del tipo de EM que presente una mujer, el tratamiento individualizado puede brindar un apoyo específico para sus necesidades particulares.

¿Se puede prevenir la EM?

Es difícil decir qué se puede hacer para prevenir la esclerosis múltiple, si es que hubiera algo por hacer, ya que no sabemos exactamente qué produce la enfermedad. Pero ciertos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a las personas con EM a controlar sus síntomas. Un enfoque integral para el tratamiento de la EM que incluya ejercicio regular, una dieta saludable y apoyo para la salud mental puede complementar las terapias convencionales.

Para obtener mayor información, visite la plataforma de HealthyWomen sobre esclerosis múltiple y la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple, que tienen recursos disponibles para ayudar a las personas a afrontar los desafíos de vivir con EM.

National MS Society Bilingual Fact Sheet

Merck Manual – Spanish edition

Fundació GAEM MS Research of Barcelona

MedlinePlus

Este recurso fue creado con el apoyo de Biogen.



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